Publicado en
línea el Jueves 31 de diciembre de 2020, por JDF
Stroessner que necesitaba construir una base hegemónica para consolidarse en el poder apelaría a un poderoso recurso para resolver el problema: transferir las extensas tierras del Estado paraguayo-herencia de los gobiernos francista y lopista-a políticos y militares para la formación de una nueva clase dominante.
En tres décadas repartiría alrededor de 10 millones de hectáreas de tierras públicas (el 29% del territorio nacional), casi el 60% de las propiedades fiscales, a políticos y militares colorados. En 1963 derogaba el Estatuto Agrario de 1940 –prohibición de venta de tierras a menos de 100 kilómetros de la frontera– preparando las condiciones para la constitución de una clase multinacional afín a sus intereses. La gigantesca cantidad de tierras entregada de forma fraudulenta servirá para dar nacimiento a una nueva clase social aliada. Se engendraba de esa manera la histórica alianza partido colorado-fuerzas armadas-gobierno, que lo sustentaría durante tres décadas, y solo sería resquebrajada en agosto de 1987.
Los políticos y militares colorados se convierten por esta vía en los “nuevos ricos”, clase, que una vez ingresado en un proceso de acumulación a mayor escala, empezaría a ramificarse en otras áreas de la economía, como las finanzas, el comercio, el latifundio ganadero, el agronegocio, el comercio ilegal y el narcotráfico. Esta clase social que nace fraudulentamente será permeada por una cultura prebendaria y venal, vinculada históricamente a grandes negociados estatales. Se incubaba una lumpen burguesía, que gracias al poder político dictatorial, subordinaría a los otros grupos de poder, deviniendo en clase hegemónica entre las décadas del 60 y 80.
A precios actuales las tierras malhabidas costarían entre 20.000 a 30.000 millones de dólares aproximadamente, que hubiera servido para la reforma agraria, la industrialización, y la conversión del Paraguay en el país más desarrollado de la región. Pero el despojo de las tierras solo significó el enriquecimiento de la elite gobernante, y la conversión del Paraguay en uno de los más pobres de la región.
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