Esta acción represiva del gobierno de la llamada Cuarta Transformación, que bien podría ser denominada Operación Chinameca, se efectuó a pesar de los 19 amparos vigentes y suspensiones de plano que protegen el agua que, por dotación presidencial, mantienen concesionada los 32 ejidos de Cuautla, Ayala y ejidos abajo desde 1926, para uso exclusivo agrícola, y, en consecuencia, no para la termoeléctrica de Huexca. Asimismo, Conagua reconoció, en documento oficial del 5 de octubre de este año, que el agua de la planta de tratamiento también forma parte de la concesión otorgada a los campesinos porque es agua de retorno, por lo que su uso para otros fines viola este derecho, vigente hasta 2035.
Los labriegos desalojados, en carta enviada a la Comisión Nacional de Derechos Humanos (CNDH), denuncian, asimismo, las ilegalidades de la Comisión Federal de Electricidad (CFE) y la Asociación de Usuarios del río Cuautla Manantiales, Afluentes y Corrientes Tributarias Gral. Eufemio Zapata Salazar AC (Asurco) “para presionar a las asambleas de ejidatarios a firmar el desistimiento de los amparos y el desalojo del plantón a través de un convenio irregular, cuando hemos sido claros con: ¡NI UNA GOTA A LA TERMOELÉCTRICA!
Las Guardianas y Guardianes del río Metlapanapa, en una denuncia en redes sociales, señalan la injusticia que el gobierno de López Obrador y la 4T ejerce contra los campesinos del plantón Zapatista de Apatlaco y contra los pueblos originarios de Morelos, Puebla y Tlaxcala. Recuerdan como en 2001, el PIM se hacía llamar Transportadora de Gas Zapata, “desde entonces a la fecha han pasado 19 años y cinco sexenios con gobiernos de diferentes colores y nombre (PRI, PAN, Morena), todos subordinados al mismo patrón: el gran capital neoliberal. Con el nombre de las empresas españolas Elecnor, Anagas, Abengoa y las distintas industrias que se le han sumado en el camino: Gas Natural del Noreste, Continental, Saint Gobain, Burlington, Nissan y la minera canadiense Álamos Gold, el presente gobierno de la 4T sigue obedeciendo fielmente a sus patrones capitalistas (…) El Presidente de la República, fiel a sus ídolos juaristas y maderistas, traicionó, una vez más, a los pueblos originarios”.
Por su parte, las y los integrantes del comité de redacción de la revista En el Volcán Insurgente, expresión de la corriente crítica de trabajadores de la cultura, que ha dado un seguimiento puntual a la problemática de Morelos, manifestaron su más enérgica protesta por el desalojo de los campesinos que a lo largo de estos años han defendido agua, territorio y comunidad. Consideran que con esta acción autoritaria se pretende imponer el Proyecto Integral Morelos, al margen de la ley, de la voluntad expresa de los pueblos y del principio precautorio más elemental, y se advierte que, de manera inmediata a la agresión militar, se iniciaron, esa madrugada, los trabajos de conexión del último tramo del acueducto para trasladar ilegalmente el agua del río y de la planta tratadora de Cuautla para enfriar las turbinas de la termoeléctrica de Huexca, llamando a todos los ciudadanos a pronunciarse y exigir que se respeten la voluntad de los pueblos, frente a los megaproyectos etnocidas y ecocidas (Correo Ilustrado, 24/11/20).
Las protestas contra el ilegal desalojo se iniciaron el mismo día. Rubicela Morelos Cruz, corresponsal de La Jornada en el estado, informaba: “en rechazo a la operación, que incluyó el sobrevuelo de dos helicópteros durante tres horas, (…) unos 200 campesinos y ejidatarios bloquearon seis horas la carretera Cuautla-Ayala, (…) encabezados por Jorge Zapata, nieto del general revolucionario Emiliano Zapata (quien) pidió a López Obrador cancelar el proyecto porque, subrayó, acabará con la vida campesina por la que luchó Emiliano Zapata. Vienen más manifestaciones más fuertes. Esto no va a parar aquí, apenas va a empezar, advirtió” (24/11/20).
En representación de 17 de los ejidos y comunidades que llevan procesos legales, el Frente de Pueblos en Defensa de la Tierra y el Agua Morelos, Puebla, Tlaxcala (FPDTA-MPT) hizo un llamado urgente a todas las personas, pueblos, organizaciones nacionales e internacionales a sumarse a la protección del legado zapatista y detener la embestida neoliberal de concluir el PIM pasando por encima de los pueblos originarios.
¡Al EZLN, en su 37 aniversario!
Fuente: https://www.jornada.com.mx/2020/11/27/opinion/028a2pol