"At least, when Clinton lied, nobody died."

Cuando Bush la verdad estira

con sus ojos encebollados,

vira más de veinte tortillas

con su cinismo amaestrado.

Disfrazándonos sus mentiras,

justificando lo robado,

su demente mente torcida

mil invasiones ha trazado.

Acribillando a sangre fría,

éste ha sido el resultado:

toda una nación destruída,

su patrimonio saqueado,

miles que perdieron sus vidas,

miles de hogares ultrajados.

¡Todo por una vil mentira

tan antigua como el pecado!

Tal acto no se justifica:

fácil matar al desarmado,

fácil matar al que mendiga,

fácil robar al deshauciado.

Cierta Constitución predica

el respeto a lo soberano,

robar a base de mentiras

demuestra todo lo contrario.

Pero, aquellos que antes reían,

mutaron sus risas en llanto;

viendo jóvenes que venían

descuartizados en un manto.

Larga será la pesadilla

y sus muertes serán en vano;

para George Bush y su cuadrilla,

el suelo se está derrumbando...

©2004, Ernesto Con, "El Poeta de la Periferia"